Uruguay apoyó al candidato colombiano y se complican las chances argentinas de designar al titular de la CAF

Lacalle Pou se mostró junto al candidato de Colombia y no apoyará al argentino Asinelli para la Corporación Andina de Fomento; Alberto Fernández apuesta ahora al respaldo de Perú.


Por Jaime Rosemberg para La Nación.

La foto confirmó las presunciones de la Cancillería argentina y aumentó las razones para la preocupación. El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, explicitó ayer su apoyo a Sergio Díaz-Granados, el representante de Colombia ante el Banco Internacional de Desarrollo (BID) y candidato a la presidencia de la Corporación Andina de Fomento (CAF), para la que compite con el subsecretario de Relaciones Internacionales, Christian Asinelli, cercano al presidente Alberto Fernández y su secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz. La votación de autoridades para conducir la CAF será el próximo 5 de julio. Se trata de un organismo regional que administra unos 15.000 millones de dólares.

“En el encuentro, Uruguay transmitió el respaldo a su postulación”, informó el Ministerio de Economía de Uruguay en un comunicado reproducido por el diario El País. Fuentes diplomáticas coincidieron: la foto de Lacalle Pou, de barbijo y traje, junto al candidato de Colombia, fue un mensaje claro para el Gobierno, con quien sostiene una dura disputa por la flexibilización de los acuerdos unilaterales por fuera del Mercosur, en los que Brasil apoya su posición y a los que la gestión del Frente de Todos se opone. “No nos sorprende”, contestaron cerca del canciller Felipe Solá, que está hoy en el Comité de Descolonización de la ONU, que votará nuevamente en favor de las negociaciones con Gran Bretaña por la soberanía de las islas Malvinas.

Más allá del mal trago que supone un voto negativo de uno de sus vecinos, al que se sumaría Brasil y posiblemente también Paraguay, en el gobierno argentino apuestan al voto de Perú: aunque aún resta resolverse la judicialización del conteo, el por ahora electo presidente Pedro Castillo prometió ayer su voto a Asinelli en una comunicación virtual de la que también participó Beliz. “Muy feliz y agradecido de recibir el apoyo del Presidente electo @PedroCastilloTe para la candidatura de Argentina a la presidencia de @AgendaCAF. Trabajaremos en la construcción de consensos para una recuperación justa y sostenible de América Latina y el Caribe”, escribió Asinelli en su cuenta de twitter.

Como explicó LA NACION en su edición del domingo, a pesar del extenso y discreto trajinar de Asinelli en busca de apoyo (necesita 10 apoyos de 19 posibles) los respaldos trascendentes asegurados son los de la Venezuela de Nicolás Maduro (sede central de la CAF) y Bolivia, donde gobierna otro aliado ideológico, Luis Arce. Ambos tienen voto doble en lugar de uno en el directorio (tienen acciones tipo A), al igual que la propia Colombia, Perú y Ecuador, quienes ya respaldaron por escrito a Díaz-Granados al momento de su presentación como candidato.

Como Castillo asumiría su cargo el 28 de julio, en la Cancillería argentina se ilusionan con la eventual “influencia” del presidente electo sobre las actuales autoridades para torcer su voluntad inicial y lograr ese vital apoyo. Socios menores en la CAF (tienen acciones tipo C, con lo cual solo tienen un voto) como España y Portugal sí han prometido apoyo al candidato argentino luego del paso de Fernández por Europa, mientras siguen las conversaciones con Chile, Trinidad y Tobago y Panamá para lograr su respaldo. “Está muy parejo, pero estamos cerca de conseguir los votos”, reiteraron desde la Cancillería.

Diferencias en el Mercosur

Más allá de la votación puntual por la CAF, la relación de la Argentina y la relativa soledad con sus socios del Mercosur continúa vigente. Los votos “3 a 1” en los foros internacionales se repitieron en los recientes casos del conflicto entre Israel y los palestinos, la situación en Venezuela y la más reciente, sobre la presión sobre opositores en Nicaragua, muestran divergencias de fondo en la política exterior. La reunión de cancilleres, pospuesta dos veces, tiene fecha tentativa para el 7 de julio, y un día después debería llevarse a cabo la cumbre virtual de presidentes, aunque no hay garantías.

Ya con la presidencia pro témpore del bloque en manos de Brasil (asume en el segundo semestre) nada asegura que chispazos como los que tuvieron Lacalle Pou y Fernández en relación al “lastre” que supone el Mercosur no se repitan, al igual que con el Brasil de Jair Bolsonaro, quien retrucó de manera irónica la frase del Presidente sobre los “brasileños que vienen de la selva” durante su conferencia conjunta con el presidente español, Pedro Sánchez.

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